Santo L/ Enfermería Investiga Vol. 8 No. 3 2023 (Julio – Septiembre)
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El conocimiento general del personal en enfermería en
esta investigación coincide con el estudio aplicado por
Pierobon (14), el cual menciona que el conocimiento
general del personal en enfermería es bueno de acuerdo
con el reglamento, la administración y la regulación, ya
que se obtuvo un resultado del 79,4%. Con relación a las
normativas de la OMS, Buquet (15), indica que el 80,8%
correspondiente a 42 licenciadas conocen que el uso
adecuado de los electrolitos concentrados puede ser una
práctica asistencial segura para el paciente y así
disminuir su estancia hospitalaria brindando una atención
de calidad.
Según Garcés (16), en el uso de los electrolitos
concentrados el nivel de conocimiento es alto, sin
embargo, en su estudio se evidenció que el 70% de
profesionales en enfermería no tienen un registro
específico para el cálculo de dosis en el suministro de
estos medicamentos, por esta razón se producen
confusiones en su administración. De igual manera en el
artículo realizado por Silva (17), manifiesta que el manejo
de las soluciones electrolíticas por su preparación son los
causantes de errores al calcular la cantidad a administrar
por no contar con un protocolo estandarizado por su
Institución.
Con respecto al proceso en el uso de los electrolitos
concentrados, el personal de enfermería debe ampliar
sus conocimientos en cuanto a la dilución de los
medicamentos de alto riesgo, ya que un mal manejo
puede ocasionar daños irreversibles en la salud del
paciente, en especial en la administración del cloruro de
potasio, pues lo enfermeros deben identificar los
cuidados específicos desde su preparación, además de
acoplarse a las estrategias propuestas por cada
institución.
Domínguez (18), señala que, la conservación de los
electrolitos concentrados, el 15,3% de los errores de
medicación inician por falta de conocimiento terapéutico
seguido del etiquetado y diseño de los medicamentos.
Por otra parte, los resultados obtenidos por Garcés (16),
demuestran que, el 65% del profesional en enfermería
poseen un registro de elaboración y rotulación de
soluciones electrolíticas para su adecuado manejo hasta
su suministro y así se evita faltas que comprometa la
salud del paciente, por todo lo mencionado, el Ministerio
de Salud Pública (MSP) (5), propone a las instituciones
implantar prácticas específicas para evitar confusiones
de envasado, distintivo, almacenamiento, prescripción,
dispensación, preparación, y administración, para
garantizar la seguridad en la utilización de las soluciones
electrolíticas.
Este estudio, evidencia un desconocimiento sobre la
conservación de los electrolitos concentrados, ya que un
gran porcentaje del personal de salud ignora acerca del
almacenamiento adecuado de estos fármacos, por ello
cada Institución debe proporcionar lugares específicos y
seguros para evitar la manipulación errónea y la
confusión entre medicamentos, puesto que un error
podría conllevar a graves consecuencias por no
mantener un correcto etiquetado, en especial las
soluciones electrolíticas ya que son considerados de alto
riesgo.
Los resultados del presente estudio contraponen a
Zapata et al. (19), puesto que en su estudio detalla que el
profesional de salud cuenta con un conocimiento medio
en cuanto al suministro de electrolitos concentrados,
mientras que, las políticas del hospital sobre el manejo de
los medicamentos de alto riesgo mantienen un nivel de
conocimiento bajo, sin embargo, la investigación de
Carmona et al. (20), difieren con el porcentaje obtenido y
mencionan que, el nivel de conocimiento es medio a la
administración de fármacos, debido a que varios
profesionales mantienen una formación extensa en
farmacología, de igual manera, el 90,9% del personal
tiene conocimientos de los protocolos utilizados en la
unidad que labora.
Por lo antes expuesto, el personal de enfermería
reconoce que los “medicamentos de alto riesgo” son
aquellos que tienen un “riesgo” muy elevado de causar
daños graves o incluso mortales cuando se produce un
error en el curso de su utilización, por tal motivo, debe
conocer los reglamentos y revisar las estandarizaciones
propuestas por la OMS sobre el manejo correcto de los
electrolitos concentrados, ya que con los resultados
obtenidos el profesional requiere reforzar conocimientos
de la práctica segura asistencial, teniendo en cuenta el
trabajo en equipo para evitar errores que comprometan la
salud del paciente; cabe destacar que la cultura de
comunicación efectiva es importante ya que se debe
evitar órdenes verbales, presenciales o telefónicas, sólo
debe existir la prescripción correspondiente para que la
administración sea adecuada y segura (21)(22) .
En lo referente a la seguridad en la administración de
electrolitos concentrados, existe personal que tiene bajos
conocimientos sobre el tema, por lo que es necesario que
el profesional conozca de manera minuciosa el manejo
correcto de los medicamentos de alto riesgo para
asegurar la salud del paciente, dando cumplimiento a los
protocolos proporcionados por cada institución, de
acuerdo al almacenamiento, etiquetado, prescripción,
preparación, distribución, verificación, suministro por
bombas de infusión según prescripciones médicas y
control, y en particular el registro posterior a su
administración para evitar consecuencias legales. Es así
que la falta de seguridad para el paciente ocasiona daños
irreversibles tales como la muerte, además, tiene
consecuencias económicas como hospitalizaciones
prolongadas, demandas legales, gastos médicos y la
pérdida de credibilidad en las instituciones de salud por
eso hay que considerar que los electrólitos alteran la
cantidad de agua en el cuerpo, la acidez de la sangre el
(pH) el movimiento muscular, etc (23).
La calidad y seguridad del Paciente, es el componente
clave de la calidad asistencial, porque los pacientes y sus
familias, desean sentirse seguros y confiados en los
cuidados sanitarios recibidos, como para las gestores y
profesionales que desean ofrecer una asistencia sanitaria